La que se montó en una sociedad española que sólo hablaba de 'eso'. Los jóvenes se escandalizaban con el reparto de preservativos en el colegio. Veinte después salimos a la calle y comprobamos que los chavales están más preparados. Muchos de ellos no salen sin tomar precauciones. Atrás queda una época en la que comprar un preservativo era casi un pecado. Ahora reciben tanta información que se ven desbordados. La vergüenza sexual parece superada, excepto en casa. Con los padres, no se habla de sexo.
Fuente: Ideal.
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