28 marzo 2011

Sólo un 1% usa el condón femenino pese a su "mayor autonomía" para la mujer

El preservativo femenino puede aportar una "mayor autonomía" a las mujeres sobre su fertilidad y sexualidad pero sólo en torno al 1 por ciento recurre a este método en sus relaciones esporádicas o de pareja. "Pruébalo en femenino" es el lema de una campaña que han presentado este lunes en una rueda de prensa el Ministerio de Sanidad y el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, para animar a las españolas a usar este condón especialmente diseñado para ellas. Se trata de una funda transparente de nitrilo, con dos anillos flexibles en ambos extremos, uno en el interior que permite la colocación dentro de la vagina y otro de un diámetro más grande que permanece en el exterior, cubriendo los genitales de la mujer.

La directora general de Salud Pública, Carmen Amela, ha dicho, en una rueda de prensa, que el preservativo femenino puede aportar a un número importante de mujeres "un grado de autonomía mayor" que el masculino y, por tanto, contribuir a aumentar el control de su fertilidad y sexualidad. El secretario del Plan Nacional sobre el Sida, Tomás Hernández, ha señalado que hasta ahora el desconocimiento de este método ha provocado que no se emplee suficientemente y de aquí que, a través de esta campaña, se pretenda formar primero a los farmacéuticos y después a la población general sobre sus ventajas. En 2010, según datos de la empresa distribuidora, tan sólo se vendieron 230.000 unidades tanto a farmacias como a administraciones públicas. La Encuesta Nacional de Salud Sexual reveló en 2009 que en las relaciones de pareja estables utilizaron el preservativo masculino el 61% de los hombres y el 53% de las mujeres, mientras que el femenino tan sólo fue empleado por el 1,6% de los varones y el 1% de las féminas. "Sin roturas ni deslizamientos" En encuentros esporádicos, el uso del condón masculino alcanza al 97% de los hombres y al 96% de las mujeres mientras que usaron el femenino un 0,8% y un 0,7%, respectivamente. Sin embargo, el condón diseñado para ellas tiene ventajas, según Hernández, como que se puede poner hasta 8 horas antes del inicio de las relaciones y se puede dejar en el interior de la vagina después la penetración, a diferencia del masculino, además de estar "especialmente lubricado". Es útil para personas alérgicas al látex, porque está hecho de nitrilo, y, al igual que el condón masculino, protege frente a los embarazos no deseados, el VIH y otras infecciones. Hernández ha agregado que es "muy resistente" y permite mantener relaciones sexuales en cualquier posición "sin que se produzcan roturas o deslizamientos". No obstante, ha confesado que de los estudios realizados se desprende que el mayor problema que presenta este producto es que genera una "sensación inicial de desagrado que inhibe la posibilidad de llegar a probarlo" aunque se supera al familiarizarse con él.

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