Roma. (EFE).- La joven catalana de 23 años que denunció el pasado 19 de febrero haber sido violada por dos hombres en la Plaza de España, en Roma, ha admitido que se lo inventó todo para cubrir un juego erótico ideado con su novio que acabó mal, según ha informado la jefatura de policía de la capital italiana.
La muchacha, una estudiante catalana con una beca erasmus, puede ser ahora procesada por simular un delito y declaraciones falsas a la fiscalía, según han declarado fuentes judiciales.
El caso levantó una gran polémica en Roma porque se unía a la violación pocos días antes de una joven estadounidense en los jardines de Villa Borghese, cercanos a la plaza de España.
Sin embargo, las declaraciones de la joven catalana levantaron sospechas en los investigadores porque controlado el radio de cobertura de su teléfono móvil esa noche la joven no estuvo en la plaza de España, sino en su barrio, San Juan de Letrán. Además, las cámaras de televisión existentes en la zona de la violación no grabaron nada "extraño", según la policía, y aunque el informe médico constató que hubo relaciones sexuales no halló marcas de violencia.
Tras dos semanas de investigaciones, al final la joven se ha derrumbado y ha contado la verdad, de acuerdo con las fuentes judiciales.
Al parecer, ella y su novio, de 43 años, también español, decidieron poner en práctica un juego erótico basado en el musical Il Rugantino, en el que la protagonista se hace pasar por prostituta y va buscando hombres por la calle.
La fatalidad quiso que durante la relación sexual con un hombre se rompió el preservativo, y la joven, ante el temor a contagiarse con alguna enfermedad, acudió a un hospital, según las fuentes.
Para ser asistida "de modo adecuado", según ha confesado ahora a la policía, se inventó la violación pensando que la cosa quedaría en nada y que sería sometida por los médicos a un control exhaustivo.
Sin embargo, estos días la policía buscó por toda Roma a los supuestos violadores, se iluminó el Coliseo para pedir que se hiciera luz sobre los casos de violaciones y los partidos políticos de la oposición de izquierda acusaron a la junta municipal, de centroderecha, de no controlar la ciudad y dejar abandonada a su suerte a las mujeres. Tras conocer que, según las fuentes, todo fue un invento, el alcalde conservador, Gianni Alemanno, ha pedido a la oposición de izquierdas que pida disculpas por haber instrumentalizado el caso en beneficio propio.
Fuente La Vanguardia
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